Comer hongos reduce el riesgo de depresión, según resultados de investigaciones de prestigiosas universidades en el mundo.
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La depresión es un problema mundial de salud
En un informe, publicado el 13 de septiembre de 2021, por la Organización Mundial de la Salud se alerta de lo siguiente:
“La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión. La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave. Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan más de 700 000 personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.”
Asimismo la OMS reconoce que:
“Aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales, más del 75% de las personas afectadas en los países de ingresos bajos y medianos no recibe tratamiento alguno. Entre los obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de proveedores de atención de salud capacitados, además de la estigmatización asociada a los trastornos mentales. En países de todo tipo de ingresos, las personas que experimentan depresión a menudo no son correctamente diagnosticadas, mientras que otras que en realidad no padecen el trastorno son a menudo diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos”.
Comer hongos podría ser la solución para la depresión
Los hongos comestibles se han destacado en los titulares de noticias debido a sus numerosos beneficios para el bienestar y la salud. Además del hecho de que reducen el riesgo de desarrollo de tumores malignos y muerte prematura, sino que además un nuevo examen realizado por la Facultad de Medicina de Penn State también revela que estos superalimentos pueden ayudar al bienestar psicológico de una persona.
La Universidad Estatal de Pensilvania (Pennsylvania State University o más común Penn State en inglés) es una universidad pública localizada en Pensilvania, Estados Unidos. Tiene más de 80 000 estudiantes matriculados entre su campus principal, ubicado en State College, una ciudad pequeña en el centro del estado, y sus otras 19 sedes repartidas por todo el estado. Fue fundada en 1855 como una escuela de agricultura, pero ahora ofrece más de 160 programas de estudio diferentes. La universidad es conocida por sus programas de ingeniería (especialmente ingeniería industrial), negocios, geografía y meteorología. Según U.S. News, es una de las mejores 50 universidades en el país, y una de las mejores 15 universidad públicas en el país.
Los científicos de Penn State utilizaron información sobre la dieta y el bienestar psicológico recopilada de más de 24 mil adultos estadounidenses, entre 2005 y 2016. Descubrieron que las personas que comían hongos tenían menos posibilidades de desanimarse.
Según lo indicado por los especialistas, los hongos contienen ergotioneína, un agente de prevención del cáncer que podría proteger contra el daño celular y tisular del cuerpo. Los estudios han demostrado que los antioxidantes ayudan a prevenir algunos comportamientos disfuncionales, como la esquizofrenia, la confusión bipolar y el abatimiento.
“Los hongos son la fuente dietética más elevada de la ergotioneína, un aminoácido corrosivo, un calmante que la gente no puede incorporar”, dijo el científico principal Djibril Ba, quien recientemente terminó un doctorado sobre transmisión de enfermedades en la Facultad de Medicina. “Tener niveles significativos de esto podría reducir el peligro de estrés oxidativo, lo que también podría disminuir las manifestaciones de desánimo”.
Los champiñones blancos, que son el surtido de champiñones que se consume con más regularidad en los EE. UU., Contienen potasio, que se acepta es indicado, para reducir la tensión. Además, ciertos tipos diferentes de hongos comestibles, particularmente Hericium erinaceus, también llamado Lion’s Mane (melena de león), pueden animar la declaración de factores neurotróficos, por ejemplo, la amalgama del factor de desarrollo nervioso, que podría afectar la prevención de problemas neuropsiquiátricos, incluida la depresión.
Según los investigadores, las mujeres blancas no hispanas con educación universitaria eran más propensas a comer hongos. La edad promedio de los participantes encuestados era de 45 años y la mayoría (66%) eran personas blancas no hispanas. Los investigadores observaron una asociación significativa entre el consumo de hongos y una menor probabilidad de depresión después de tener en cuenta los factores sociodemográficos, los principales factores de riesgo, las enfermedades autoinformadas, los medicamentos y otros factores dietéticos. Sin embargo, dijeron que no había un beneficio adicional claro con una ingesta relativamente alta de hongos.
“La revisión se suma al resumen en desarrollo de las posibles ventajas médicas de comer hongos”, dijo Joshua Muscat, científico del Penn State Cancer Institute y educador de ciencias del bienestar general.
El grupo dirigió una investigación auxiliar para comprobar si el peligro del desaliento podía reducirse sustituyendo una ración de carne roja o procesada por una ración diaria de champiñones. No obstante, los descubrimientos muestran que este reemplazo no estaba relacionado con menores posibilidades de depresión.
Los científicos notaron algunos impedimentos que podrían solucionarse en exámenes posteriores. La información no dio detalless sobre los tipos de hongos. Por lo tanto, los analistas no pudieron decidir los impactos de los tipos explícitos de hongos en la depresión. Se utilizaron los códigos alimentarios proporcionados por el Departamento de Agricultura de EE. UU. Para decidir la admisión de hongos; en este sentido, algunos pasajes podrían haber sido clasificados erróneamente o registrados de manera inexacta.
Antes de esta exploración, distribuida en Journal of Affective Disorders, no ha habido muchos exámenes para ver la relación entre el consumo de hongos y la depresión, y la mayor parte han sido preliminares clínicos con menos de 100 participantes. Los especialistas dijeron que esta revisión destaca una potencial importancia clínica y para el bienestar general de la utilización de hongos como un método para disminuir la tristeza y prevenir diferentes enfermedades.
Entonces … ¿Nos vemos en el pasillo de la tienda de comestibles o en la zona de alimentación más cercana?
Hongos alucinógenos contra la depresión
Los hongos alucinógenos se están convirtiendo en una posible solución para combatir la depresión, según revela un informe de un estudio realizado por elImperial College London. En español: Escuela Imperial de Londres. Fundada en 1907. Es una de las universidades más prestigiosas de Europa, especializada en la ciencia, la ingeniería, la medicina y los negocios.
Hongos mágicos un tratamiento prometedor para la depresión
Posiblemente la terapia más inquisitiva esté siendo probada por expertos del Imperial College de Londres, en el Reino Unido, quienes encontraron en los supuestos hongos mágicos un arreglo funcional que mostró resultados prometedores en el tratamiento de la tristeza.
Los hongos mágicos o encantadores son hongos silvestres o desarrollados que contienen psilocibina, un compuesto psicoactivo y psicodélico que ocurre normalmente. La psilocibina se considera uno de los alucinógenos más notables, según las Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, de los EEUU.
La psilocibina es una droga de la Lista I, lo que implica que tiene un alto potencial de abuso y no tiene un uso clínico reconocido en la actualidad en la terapia en los Estados Unidos.
Aunque ciertas sociedades han sabido utilizar las propiedades psicodélicas de ciertos hongos durante bastante tiempo, la psilocibina fue aislada por primera vez en 1958 por el Dr. Albert Hofmann, quien también encontró dietilamida de ácido lisérgico (LSD).
En 2018, investigadores de la Universidad John Hopkins recomendaron la reclasificación del medicamento de la Lista I a la Lista IV para permitir su uso médico. Los estudios sugieren que la psilocibina se puede usar para tratar la angustia psiquiátrica relacionada con el cáncer, la depresión, la ansiedad, la adicción a la nicotina y los trastornos por uso de sustancias.
Los hongos mágicos o encantadores se preparan regularmente secos y se comen mezclándolos con alimentos o bebidas. Aunque algunas personas comen hongos mágicos frescos, recién recolectados.
¿Qué hacen los hongos mágicos?
Los hongos mágicos son drogas alucinógenas, lo que significa que pueden hacer que vea, escuche y sienta sensaciones que parecen reales pero que no lo son. Sin embargo, los efectos de los hongos mágicos son muy variables y se cree que están influenciados por factores ambientales.
Los hongos tienen una larga historia de estar asociados con experiencias espirituales y autodescubrimiento. Muchos creen que las drogas naturales como los hongos mágicos, la marihuana y la mescalina son hierbas sagradas que permiten a las personas alcanzar estados espirituales superiores. Otros toman setas mágicas para experimentar una sensación de euforia, conexión y un sentido del tiempo distorsionado.
Los hongos mágicos se han utilizado durante miles de años para usos espirituales y medicinales entre las poblaciones primitivas de todos los continentes. La psilocibina que se encuentra en los hongos se convierte en psilocina en el cuerpo y se cree que influye en los niveles de serotonina en el cerebro, lo que conduce a percepciones alteradas e inusuales. Los efectos tardan de 20 a 40 minutos en comenzar y pueden durar hasta 6 horas, la misma cantidad de tiempo que tarda la psilocina en metabolizarse y excretarse.
